El sexo gay parece que sea un pecado. Si pecar es disfrutar, entonces sí que el sexo gay es un pecado. Dentro del sexo gay hay varios roles y de eso es de lo que vengo a hablar. Ayer estaba en Grindr hablando con un chico y después del típico «hola, ¿qué tal?» me preguntó cuál era mi rol. Ya sabéis que sigo siendo virgen o al menos que practico muy poco el sexo. Pues bien, le dije que creía que era versátil y él me afirmó – sin yo preguntarle nada – que le daba vergüenza decirlo que lo era.
Es absurdo establecer unos simples roles en el mundo gay y luego avergonzarse de ellos. No eres menos hombre si eres pasivo. Me parece indignante que dentro de la comunidad gay existan todavía estos prejuicios, más que nada porque estamos luchando para conseguir que se erradique la homofobia, pero dentro de la comunidad existe esta homofobia. Me da absolutamente igual que disfrutes mientras te penetran, me importa tres pepinos -nunca mejor dicho- que te encante que te coman el culo, te guste mamar o que te hagas dedos mientras te masturbas.
El sexo gay tiene esos roles, sí te apetece probarlos estás de enhorabuena porque podrás decir lo que te gusta más y lo que menos. Esto ya lo decían las madres: ¡Si no pruebas las judías, no sabes si te gustan! Y ya sabéis que las madres tienen toda la razón. Desgraciadamente, el sexo dentro de la comunidad homosexual parece que sea un pecado y al fin y al cabo es sexo, sexo gay.
gafasdepablo.wordpress.com 